Ofrecimiento de vida
Dirigido en especial a las madres de familia
Con excelentes promesas de la Virgen


Introducción e historia
El mensaje de la Santísima Virgen
Aprobación eclesiástica
Promesas de María Santísima
Aclaración sobre el ofrecimiento
Ofrecimiento de vida
Recomendaciones
Invitación

Introducción e historia

La Santísima Virgen favoreció con abundantes locuciones y visiones extraordinarias, durante varios años, a sor Natalia Magdolna (1901-1992) religiosa húngara, nacida cerca de Pozsony (la actual Eslovaquia) perteneciente a la congregación de Hermanas del Buen Pastor de Santa María Magdalena en Keeskemet.

Su vida estuvo llena de gracias sobrenaturales y de una intensa comunicación con Dios. Murió en olor de santidad, siendo de edad ya avanzada.

Las promesas que a continuación ofrecemos, están entresacadas de los varios mensajes que Jesús y María le comunicaron y que fueron editados en el libro "La Victoriosa Reina del mundo" por Ediciones Xaverianas S.A. de C.V. Av/ Juan Palomar y Arias 694 - Prados Providencia - A.P: 1/133-44100 Guadalajara, Jal.(México)

El padre Jeno Krasznay, director espiritual de sor María Natalia por algún tiempo, renombrado teólogo europeo y auxiliar del obispo Isvan Hasz, declaró verídicas estas experiencias místicas, así como las visiones y mensajes, tras un largo período de investigación y examen.


El mensaje de La Santísima Virgen


Nuestra Madre Celestial pide en especial a las madres de familia, que ofrezcan por amor su vida a las intenciones de su Inmaculado Corazón, para Ella poder ir salvando más y más familias de caer en el infierno.

La misma Virgen lo concreta: "En el corazón de muchas madres arde el dolor, se les oprime el corazón por el estado espiritual de sus hijos, por su conducta inmoral, por el destino de sus vidas más allá de la muerte. Por amor hacia ellas, movida de compasión, alcancé con mis ruegos las cinco promesas. ¡Que se consuelen, que ofrezcan con una entrega total todos los sucesos de su vida!".

Para este fin, propone el Ofrecimiento de vida que debe hacerse con rectitud y seriedad. Ofreciéndolo para mayor gloria de Dios y bien de la Santa Iglesia.

Y nos anima a ello brindándonos unas promesas grandísimas que alguien no ha dudado en catalogar como las más excelsas que ha hecho María Santísima hasta hoy. ¡No la despreciemos!


Aprobación eclesiástica


La divulgación, tanto de los mensajes y revelaciones, como de las promesas y ofrecimientos de vida, gozan de la competente licencia de la Jerarquía de la Iglesia. Monseñor Gabriel Díaz Cueva, obispo auxiliar de Guayaquil (Ecuador) con fecha 16 de Julio de 1987 extendió el imprimi potest a la difusión de estas manifestaciones divinas.

Asimismo ha sido concedido diligentemente el imprimátur el día 15 de Julio de 1988 por el padre Agustín Gutiérrez, Vicario General de la Archidiócesis de Guadalajara.

El Nihil Obstat fue expendido por el padre Alberto Valenzuela, S.J. Censor, delegado a tal efecto.


Promesas de María Santísima a quienes hacen el ofrecimiento de vida


  1. Nadie de sus familiares caerá en el infierno aún cuando las apariencias externas lo harían suponer, porque antes de que el alma abandone el cuerpo, recibirán la gracia del perfecto arrepentimiento.
  2. En el mismo día del ofrecimiento saldrán del Purgatorio todos los difuntos de su familia.
  3. En la muerte estaré a su lado y llevaré sus almas a la Presencia de Dios sin pasar por el Purgatorio.
  4. Sus nombres estarán inscritos en el Corazón de Jesús y en el Corazón Inmaculado de María.
  5. Salvarán a muchas almas de la eterna condenación por este ofrecimiento unido a los méritos de Cristo. El mérito de sus sacrificios beneficiará a las almas hasta el fin del mundo.

Aclaración sobre el ofrecimiento

Es suficiente con hacer el Ofrecimiento de vida una vez, si se hizo con las disposiciones necesarias de humildad y amor. No obstante se puede renovar con frecuencia. Es preferible y hasta necesario estar en gracia cuando se haga.

Así lo confirmó el Redentor a Sor María Natalia:
"Si alguien, hija mía, no hace sino una vez el Ofrecimiento de vida,
¿entiendes, hija? una sola vez, en un momento de gracia,
se encendió en su corazón el fuego de amor heroico.
¡Con esto selló toda su vida!
Su vida, aunque no piense conscientemente en ello,
ya es propiedad de los Sagrados Corazones."

"Aunque un alma haya hecho otro ofrecimiento,
este lo compendia todo y está por encima de ellos.
Esta será pues, la corona, el aderezo más precioso
y el distintivo de su nobleza espiritual en el cielo".

Pueden hacerse también otros ofrecimientos personales, independientemente de este en cuestión.


OFRECIMIENTO DE VIDA

Mi amado Jesús:

Delante de las Personas de la Santísima Trinidad, delante de Nuestra Madre del cielo y toda la Corte celestial, ofrezco, según las intenciones de tu Corazón Eucarístico y las del Inmaculado Corazón de María Santísima, toda mi vida, todas mis Santas Misas, Comuniones, buenas obras, sacrificios y sufrimientos, uniéndolos a los méritos de tu Santísima Sangre y tu Muerte de Cruz.
  • Para adorar a la Gloriosa Santísima Trinidad
  • Para ofrecerle reparación por nuestras ofensas
  • Por la unión de nuestra Santa Madre Iglesia
  • Por nuestros sacerdotes
  • Por las buenas vocaciones sacerdotales
  • Y por todas las almas hasta el fin del mundo.
Recibe, Jesús mío, mi Ofrecimiento de vida y concédeme gracia para perseverar en él fielmente hasta el fin de mi vida. Amén.


Recomendación

No dejes que alguien de tu familia pueda ir al infierno, por no haber hecho este ofrecimiento de vida tan sencillo y amoroso. Tú no quieres que se condenen. ¿Dejarás a los tuyos aun en el Purgatorio? ¿Quieres no pasar por el Purgatorio? Reza entonces esta ofrenda, renovándola de vez en cuando en tu corazón. Eternamente bendecirás el día y la hora en que te ofreciste.

No dudes nunca que el Omnipotente cumplirá estas promesas que te hace Nuestra dulce y generosa Madre Celestial. No caigas en ese engaño, que el Señor siempre cumple sus promesas.


Invitación

¿Quién podrá explicar la grandísima gloria que Dios otorga a quienes extiendan estas promesas junto al ofrecimiento de vida y el bien inmenso que hará, las miles de almas que salvará, las innumerables familias enteras que lanzará al cielo, las que sacará del Purgatorio?

No pierdas ese premio y no escondas este tesoro a tus hermanos.

¡Propaga estas promesas! De que tú las propagues puede depender la salvación de muchas almas, muchas familias, piénsalo con piedad ¡Difunde este ofrecimiento de vida! Ayuda a tus hermanos a salvarse.


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