Mensajes de La Virgen en Medjugorje


Último mensaje

¡Queridos hijos! También hoy os invito a vivir aún más fuertemente mis mensajes en humildad y amor, a fin de que el Espíritu Santo os llene de su Gracia y de su Fuerza. Solamente así seréis testigos de la paz y del perdón.
¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

Mensaje del 25 abril del 2004








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Aparición anual de Nuestra Señora a Ivanka

La aparición, que duró 10 minutos, aconteció en la casa de Ivanka. Durante la aparición estuvo presente sólo la familia de Ivanka, su esposo y sus tres hijos. La Virgen dio el mensaje siguiente:

“No temais, yo estoy siempre con vosotros. Abrid vuestros corazones para que entre el amor y la paz. Orad por la paz, la paz, la paz.”

La Virgen estaba muy alegre y le habló a Ivanka ampliamente sobre su vida.
Mensaje del 25 de junio del 2003

MirjanaAparición anual a Mirjana Soldo

  La vidente Mirjana Dragicevic - Soldo tuvo apariciones diarias desde el 24 de junio de 1981 hasta el 25 de diciembre de 1982. El último día de la aparición, después de confiarle el décimo secreto, La Virgen le dijo que durante toda su vida tendría una aparición una vez al año - el 18 de marzo -. Así ha sucedido durante todos estos años y también este año.

Varios miles de peregrinos se reunieron para rezar el Santo Rosario en la comunidad “Cenáculo”. La aparición comenzó a las 8:55 h y duró hasta las 9:02 h. La Virgen dio el mensaje siguiente:

"Queridos hijos: Particularmente en este santo tiempo de penitencia y oración os invito a una elección. Dios os ha dado libre arbitrio para elegir la vida o la muerte. Escuchad mis mensajes con el corazón, para discernir lo que debéis hacer y cómo encontrareis el camino hacia la vida. Hijitos míos, sin Dios no podéis hacer nada, no olvidéis esto ni siquiera un instante. Pues qué sois y qué seréis en la tierra cuando de todas formas iréis a parar bajo tierra. No irritéis a Dios, seguidme en cambio hacia la vida.
Gracias por estar aquí."

Mensaje del 18 de marzo del 2003

Aparición anual de Nuestra Señora a Jakov

La Virgen vino con el Niño Jesús entre los brazos. La aparición comenzó a las 17:20, duró 7 minutos y la Virgen dio el siguiente mensaje:

"¡Queridos hijos! Hoy, en el día del amor y de la paz, con Jesús en los brazos, os invito a orar por la paz. Hijitos, sin Dios y sin la oración no podeis tener paz. Por eso, hijitos, abrid vuestro corazón para que el Rey de la Paz nazca en vuestro corazón. Sólo así podreis testimoniar y llevar la paz de Dios a este mundo sin paz. Estoy con vosotros y os bendigo con mi bendición maternal."

Mensaje del 25 de diciembre del 2002


Mensajes anteriores

Mensajes del 2004

¡Queridos hijos! También hoy os invito a abriros a la oración. Especialmente ahora en este tiempo de gracia, abran sus corazones, hijitos, y expresen su amor al Crucificado. Solamente así podrán descubrir la paz, y la oración fluirá de su corazón al mundo. Sean ejemplo, hijitos, y un incentivo al bien. Yo estoy cerca de ustedes y los amo a todos.
¡Gracias por haber respondido a mi llamada!

Mensaje del 25 de Marzo de 2004



“¡Queridos hijos! También hoy, como nunca antes, os invito a abrir vuestros corazones a mis mensajes. Hijitos, sed de aquellos que atraen las almas hacia Dios y no de aquellos que las alejan. Estoy con vosotros y os amo con un amor particular. Este es un tiempo de penitencia y conversión. Desde el fondo del corazón os invito: sed míos con todo vuestro y entonces veréis que vuestro Dios es grande, porque Él os dará la bendición y la paz en abundancia.
¡Gracias por haber respondido a mi llamada!

Mensaje del 25 de febrero de 2004

¡Queridos hijos! También hoy os invito a orar. Orad, hijitos, de manera especial por todos aquellos que no han conocido el amor de Dios. Orad para que sus corazones se abran y se acerquen a mi Corazón y al Corazón de mi Hijo Jesús, a fin de que podamos transformarlos en hombres de paz y de amor.
¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

Mensaje del 25 de enero de 2004

Mensajes del 2003

“¡Queridos hijos! También hoy os bendigo a todos con mi Hijo Jesús en brazos y os traigo a Él, que es el Rey de la Paz, para que Él os done su paz. Estoy con vosotros y a todos os amo, hijitos.
¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

Mensaje del 25 de diciembre de 2003

“¡Queridos hijos! Os invito a que este tiempo para vosotros sea un estímulo aún más fuerte a la oración. En este tiempo, hijitos, orad para que Jesús nazca en todos los corazones, especialmente en aquellos que no lo conocen. Sed amor, alegría y paz en este mundo sin paz. Yo estoy con vosotros e intercedo ante Dios por cada uno de vosotros.
¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

Mensaje del 25 de noviembre de 2003


“¡Queridos hijos! Os llamo de nuevo a consagraros a mi corazón y al Corazón de mi Hijo Jesús. Deseo, hijitos, llevaros a todos por el camino de la conversión y de la santidad. Únicamente así, a través de vosotros, podemos llevar muchísimas almas por el camino de la salvación. No tardéis, hijitos, sino decid con todo vuestro corazón: deseo ayudar a Jesús y a María para que muchísimos hermanos y hermanas conozcan el camino de la santidad. Así os sentiréis complacidos de ser amigos de Jesús.
¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”
Mensaje del 25 de octubre de 2003


“¡Queridos hijos! También hoy os invito a acercaros a mi corazón. Únicamente así comprenderéis el don de mi presencia aquí entre vosotros. Deseo, hijitos, conduciros al corazón de mi Hijo Jesús. Pero vosotros os resistís y no queréis abrir vuestros corazones a la oración. Os llamo nuevamente, hijitos, no seais sordos, únicamente así comprendereis que mi llamada es la salvación para vosotros.
¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

Mensaje del 25 de septiembre de 2003


“¡Queridos hijos! También hoy os invito a agradecer a Dios en vuestro corazón por todas las gracias que os da y también a través de los signos y colores de la naturaleza. Dios desea acercaros a Él y os exhorta a darle gloria y alabanza. Por eso os invito nuevamente, hijitos, orad, orad, orad, y no lo olvideis: yo estoy con vosotros, intercedo ante Dios por cada uno de vosotros hasta que vuestra alegría en Él sea plena.
¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”
Mensaje del 25 de agosto de 2003
 

“¡Queridos hijos! También hoy os invito a la oración. Hijitos, orad hasta que la oración llegue a ser alegría para vosotros. Solamente así, cada uno descubrirá la paz en su corazón y su alma estará satisfecha. Vosotros sentireis la necesidad de testimoniar a los demás el amor que sentís en vuestro corazón y en vuestra vida. Yo estoy con vosotros e intercedo ante Dios por todos vosotros.
¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

Mensaje del 25 de julio del 2003


“¡Queridos hijos! Con gran alegría, también hoy os invito a vivir mis mensajes. Estoy con vosotros y os agradezco porque en vuestras vidas habéis puesto en práctica lo que os digo. Os invito a vivir aún más mis mensajes con renovado entusiasmo y alegría. Que para vosotros la oración sea vida cotidiana.
¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

Mensaje del 25 de junio del 2003


“¡Queridos hijos! También hoy os invito a la oración. Renovad vuestra oración personal y especialmente orad al Espíritu Santo para que os ayude a orar con el corazón. Intercedo por todos vosotros, hijitos, y os invito a todos a la conversión. Si vosotros os convertís, alrededor de vosotros todos serán renovados y la oración será alegría para todos ellos.
¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

Mensaje del 25 de mayo del 2003


¡Queridos hijos! Aún hoy, os invito a abriros a la oración. Durante el tiempo de cuaresma que ha pasado, habéis comprendido cuán pequeños sois y qué pequeña es vuestra fe. Hijitos, decidíos aún hoy por Dios, para que Él, en vosotros y a través de vosotros, cambie el corazón de los hombres y también el vuestro. Sed los alegres portadores de Jesús Resucitado en este mundo sin paz, que anhela ardientemente a Dios y todo lo que es de Dios. Yo estoy con vosotros, hijitos y os amo con un amor especial. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

Mensaje del 25 de abril del 2003

¡Queridos hijos! Aún hoy, os llamo a orar por la paz. Orad con el corazón hijitos y no perdáis la esperanza, porque Dios ama a sus criaturas. Él desea salvaros, uno por uno, a través de mis venidas aquí. Os invito al camino de la santidad. Orad, porque en la oración vosotros estáis abiertos a la Voluntad de Dios. Así, en todo lo que hacéis, cumplís la Voluntad de Dios en vosotros y a través de vosotros.
¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

Mensaje del 25 de marzo del 2003


“¡Queridos hijos!  Aún hoy os invito a orar y a ayunar por la paz. Como ya lo he dicho, os lo repito también ahora, hijitos: sólo por la oración y el ayuno aún las guerras pueden ser detenidas. La paz es un don precioso de Dios; buscadla, orad y la recibiréis. Hablad de la paz y llevad la paz en vuestros corazones. Cuidadla como una flor que necesita agua, ternura y luz. Sed quienes llevéis la paz a los demás. Estoy con vosotros e intercedo por todos vosotros.
¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

Mensaje del 25 de febrero del 2003


"Queridos hijos con este mensaje nuevamente os invito a orar por la paz. Especialmente ahora cuando la paz está en crisis, sed vosotros los que oréis y testimoniéis la paz. Hijitos, sed paz en este mundo sin paz.
¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

Mensaje del 25 de enero de 2003

Mensajes del 2002

"¡Queridos hijos! Este es tiempo de grandes gracias, pero también es tiempo de grandes pruebas para todos aquellos que quieran seguir el camino de la paz. Por eso, hijitos, nuevamente os invito: orad, orad, orad; no con palabras sino con el corazón. Vivid mis mensajes y convertíos. Sed conscientes del don que Dios me ha concedido: el de estar con vosotros, especialmente hoy cuando tengo en mis brazos al pequeño Jesús, Rey de la Paz. Deseo daros la paz y vosotros llevadla en vuestros corazones y dádsela a los otros hasta que la paz de Dios llegue a reinar en el mundo. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

Mensaje del 25 de diciembre del


"¡Queridos hijos! Hoy también os llamo a la conversión. Abrid vuestro corazón a Dios, hijitos, a través de la Santa Confesión
y preparad vuestras almas para que el pequeño Jesús pueda nuevamente nacer en vuestros corazones. Permitidle transfiguraros y conduciros por el camino de la paz y de la alegría. Hijitos decidíos por la oración, especialmente ahora en este tiempo de gracia, que vuestro corazón anhele la oración. Estoy cerca de vosotros e intercedo ante Dios por todos vosotros.
¡Gracias por haber respondido a mi llamada!"

Mensaje del 25 de noviembre del  2002

"¡Queridos hijos! Os invito también hoy a la oración. Creed, hijitos, que con la oración simple pueden hacerse milagros. A través de vuestra oración vosotros abrís vuestro corazón a Dios y Él hace milagros en vuestra vida. Mirando los frutos, vuestro corazón se llena de alegría y de agradecimiento hacia Dios por todo lo que hace en vuestra vida y a través de vosotros por los demás. Rezad y creed, hijitos. Dios os concede gracias y vosotros no las veis. Rezad y las veréis. Que vuestra jornada esté llena de oración y de acción de gracia por todo lo que Dios os da.
¡Gracias por haber respondido a mi llamada!"

Mensaje del 25 de octubre del 2002

Mensajes y documentos de texto o gráficos, obtenidos a partir de la página oficial del Santuario de La Reina de la Paz en Medjugorje. Para más información en español:
http://www.medjugorje.hr/ulazakspstipe.htm

Se pone de relieve claramente que no hay intención de adelantarse al juicio de la Iglesia acerca del carácter sobrenatural de los acontecimientos y del mensaje de Medjugorje.


Oración por la paz

Rogámoste, Señor, que nos libres de todos los males, pasados presentes y venideros: y por la intercesión de la bienaventurada y gloriosa siempre Virgen, Madre de Dios, María, con la de tus bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo, y Andrés, y la de todos los Santos, danos propicio paz en nuestros días: para que, ayudados con el auxilio de tu misericordia, seamos siempre libres de pecado y seguros de toda perturbación. Por el mismo Cristo, Señor nuestro. Amén.
-La paz del Señor sea siempre con nosotros.

-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, danos la paz.

Benedicto XV (5 de agosto de 1915) concedió a los que, con el corazón contrito, rezaren esta piísima oración, venerable por su remotísima antigüedad, conservada en el Canon de la Misa, con las adjuntas invocaciones, indulgencia de trescientos días, cada vez; y a los que acostumbren a rezarlas durante el mes, indulgencia plenaria, una vez, dentro del mismo mes, con tal que, confesados y comulgados, rueguen a intención del Sumo Pontífice.

Oración de Juan Pablo II por la paz


Dios de infinita misericordia y bondad,
con corazón agradecido te invocamos hoy
en esta tierra que en otros tiempos recorrió san Pablo.
Proclamó a las naciones la verdad de que en Cristo
Dios reconcilió al mundo consigo (cf. 2 Co 5, 19).

Que tu voz resuene en el corazón
de todos los hombres y mujeres,
cuando los llames a seguir
el camino de reconciliación y paz,
y a ser misericordiosos como tú.

Señor, tú diriges palabras de paz a tu pueblo
y a todos los que se convierten a ti
de corazón (cf. Sal 85, 9).
Te pedimos por los pueblos de Oriente Próximo.
Ayúdales a derribar las barreras
de la hostilidad y de la división
y a construir juntos un mundo de justicia y solidaridad.

Señor, tú creas cielos nuevos
y una tierra nueva (cf. Is 65, 17).
Te encomendamos a los jóvenes de estas tierras.
En su corazón aspiran a un futuro más luminoso;
fortalece su decisión de ser hombres y mujeres de paz
y heraldos de una nueva esperanza para sus pueblos.

Padre, tú haces germinar
la justicia en la tierra (cf. Is 45, 8).
Te pedimos por las autoridades civiles de esta región,
para que se esfuercen por satisfacer
las justas aspiraciones de sus pueblos
y eduquen a los jóvenes en la justicia y en la paz.
Impúlsalos a trabajar generosamente por el bien común
y a respetar la dignidad inalienable de toda persona
y los derechos fundamentales que derivan
de la imagen y semejanza del Creador
impresa en todo ser humano.

Te pedimos de modo especial
por las autoridades de esta noble tierra de Siria.
Concédeles sabiduría, clarividencia y perseverancia;
no permitas que se desanimen en su ardua tarea
de construir la paz duradera,
que anhelan todos los pueblos.

Padre celestial,
en este lugar donde se produjo
la conversión del apóstol san Pablo,
te pedimos por todos los que creen
en el evangelio de Jesucristo.
Guía sus pasos en la verdad y en el amor.
Haz que sean uno,
como tú eres uno con el Hijo y el Espíritu Santo.
Que testimonien la paz
que supera todo conocimiento (cf. Flp 4, 7)
y la luz que triunfa sobre las tinieblas de la hostilidad,
del pecado y de la muerte.

Señor del cielo y de la tierra,
Creador de la única familia humana,
te pedimos por los seguidores de todas las religiones.
Que busquen tu voluntad
en la oración y en la pureza del corazón,
y te adoren y glorifiquen tu santo nombre.
Ayúdales a encontrar en ti
la fuerza para superar el miedo y la desconfianza,
para que crezca la amistad y vivan juntos en armonía.

Padre misericordioso,
que todos los creyentes
encuentren la valentía de perdonarse unos a otros,
a fin de que se curen las heridas del pasado
y no sean un pretexto
para nuevos sufrimientos en el presente.

Concédenos que esto se realice
sobre todo en Tierra Santa,
esta tierra que bendijiste
con tantos signos de tu Providencia
y donde te revelaste como Dios de amor.

A la Madre de Jesús,
la bienaventurada siempre Virgen María,
le encomendamos
a los hombres y a las mujeres
que viven en la tierra donde vivió Jesús.
Que, al seguir su ejemplo, escuchen la palabra de Dios
y tengan respeto y compasión por los demás,
especialmente por los que son diversos de ellos.
Que, con un solo corazón y una sola mente,
trabajen para que el mundo sea
una verdadera casa para todos sus pueblos.
¡Paz! ¡Paz! ¡Paz!
Amén.




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